Tengo 38 años y cinco hijas. Mi esposo nunca ha querido hacerse la vasectomía y se niega a que yo me opere. Cuando supe que estaba embarazada me sentí muy mal, porque no podría cuidar de alguien más.

TRANQUILIDAD

No le dije nada a mi esposo y busqué opciones. Afortunadamente fui atendida en un hospital, donde de manera segura pude interrumpir el embarazo.

Semanas después me colocaron un método anticonceptivo y tuve el valor de decirle a mi esposo que me indicaron que por salud no debía embarazarme de nuevo. Parece que está cambiando de opinión y eso me hace sentir tranquila.

TRANQUILIDAD

Tengo 38 años y cinco hijas. Mi esposo nunca ha querido hacerse la vasectomía y se niega a que yo me opere. Cuando supe que estaba embarazada me sentí muy mal, porque no podría cuidar de alguien más.

Semanas después me colocaron un método anticonceptivo y tuve el valor de decirle a mi esposo que me indicaron que por salud no debía embarazarme de nuevo. Parece que está cambiando de opinión y eso me hace sentir tranquila.

No le dije nada a mi esposo y busqué opciones. Afortunadamente fui atendida en un hospital, donde de manera segura pude interrumpir el embarazo.

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Tengo 38 años y cinco hijas. Mi esposo nunca ha querido hacerse la vasectomía y se niega a que yo me opere. Cuando supe que estaba embarazada me sentí muy mal, porque no podría cuidar de alguien más.

Semanas después me colocaron un método anticonceptivo y tuve el valor de decirle a mi esposo que me indicaron que por salud no debía embarazarme de nuevo. Parece que está cambiando de opinión y eso me hace sentir tranquila.

No le dije nada a mi esposo y busqué opciones. Afortunadamente fui atendida en un hospital, donde de manera segura pude interrumpir el embarazo.